viernes, 13 de septiembre de 2013

UNA SOLICITUD DE AMOR... DUETO JESÚS/IRIS



UNA SOLICITUD DE AMOR

Entra mujer, quiero que me des vida,
recorre cada ángulo de mí, cada esquina
píntale tus colores a mi alma herida
y que el sol en mí otra vez resida.

Aquí estoy,  plegada a tus deseos,
anhelando ansiosamente complacerte,
mi vida por la tuya si es que con ello consigo
que tus heridas hoy cierren y vuelvas a sonreír.

Entra como brisa y llena mis pulmones,
rózame lenta , vacilante, o precavida,
vuelve a abrir mis ventanas y balcones
porque si no, mi alma se quedará sin nada.

Toda yo para avivarte, toma mi aire,
no habrá rincón de tu cuerpo que se escape,
no desistas, aquí estoy para brindarte
lo que sé que necesitas para amarme.

Y así tus besos que me provocan tanto,
serán del riesgo su parte más preciada
cuando la vida me provoque el llanto.

Hoy mil besos te daré para probarte,
que el peligro pasará sin reprocharnos
no habrá cabida ya mi amor para tu llanto.

Te doy las gracias amor por haber venido,
a cuidar de mí y por eso no reniego
el tiempo que esperándote he sufrido.

A tu solicitud de amor hoy en venido
y cuidaré de ti como has querido
y nunca más esperarás, no habrá motivo.



              Jesús Quintana Aguilarte                             Iris del  V. Ponce

viernes, 6 de septiembre de 2013

NECESITO TU LUZ/DUETO IRIS-JESUS


NECESITO TU LUZ

Me seduces y aún de lejos me secuestras,
con la única intención de electrizarme
y con besos me convences y demuestras
que yo debo aceptar y sin quejarme.

Sólo dices “me seduces” para tenerme a tu vera
y con tus palabras dulces haces que por ti yo muera,
porque sé que aunque esté lejos, mis besos te desesperan
y si aceptas sin quejarte lo nuestro será una hoguera.

Me besas, me amordazas si me resisto,
no sabes que también disfruto el clima
y que al verte poco a poco me desvisto
para sentir como tu piel a mí se arrima.

Y al sentirte así a mi lado, mi corazón se acelera,
y mis mordazas son besos que te encienden por doquiera
y me desnudas despacio sintiendo que soy la dueña
de la esencia de tu cuerpo que también es mi condena.

Solo sé que quieres y que vienes llena,
de pasión, incitación y sentimientos
y al amarnos el furor se desencadena
como el viento que sopla a sotavento.

Y tras el huracán de tus locuras,
ya sin tu luz, la noche se hace oscura.

Si que sabes al mirarme cada noche lo que quiero,
tengo sed y ardo en deseos de arroparme con tu cuerpo,
y al sentirte ya no siento si lo que sopla es el viento
y aunque el viento no soplara, contigo todo lo tengo

Mis locuras y las tuyas son magia, son sentimientos
los dos seremos la luz, que iluminará este encuentro.


Jesús Quintana Aguilarte.                                    Iris del Valle Ponce P.


miércoles, 4 de septiembre de 2013

UN GRITO EXTRAVIADO/DUETO IRIS-JESÚS



UN GRITO EXTRAVIADO.

Yo te invito a resurgir, como un grito,
como un susurro de amor en mis poemas,
y te envío un beso en mensaje no escrito,
como un acabado feliz para este tema.

Así se verán las cosas, en permanente
efluvio de corazones febriles y arropados,
cada suspiro tuyo un anhelo ardiente,
a la espera de labios y dedos encantados.

No tengo una respuesta a tus temas,
solo sé que ardo en deseos de besarte,
pero tengo una canción y mis poemas,
y la clara y dulce intención de abrazarte.

Aquí a mi lado tu cuerpo se amotina,
toda tú desnuda , tibia y sin atavío,
y yo desciendo como lluvia tu colina
y por todas tus sendas me extravío.

Jesús Quintana Aguilarte.


Renacería cuando tú me lo pidieras,
como un rumor que se hace eco en tus poemas
y aunque ese beso que me envías no esté escrito
lo llevo aquí en mi corazón, fin del problema.

Dos corazones que susurran en silencio,
con un anhelo que se asfixia en los “te quiero”,
de coquetear y de sentir que son tus labios,
o que me rozas dulcemente con tus dedos.

Si bien distantes, siempre el mismo pensamiento,
ronda en tu mente y en la mía para amarnos,
 una canción o un tierno verso lleva impreso
la calidez de ese placer para abrazarnos.

No tengo dudas quiero estar entre tus brazos
y has de apreciar mi desnudez con suave arrullo,
mientras que siento en mi ese cálido rocío
de fina lluvia que unirá nuestros destinos.



Iris del V. Ponce P.